sábado, 13 de septiembre de 2008

Esta forma de devorar el pescado crudo era una costumbre exclusiva de los japoneses. Pero, por obra de la globalización, ahora es un plato aceptado mundialmente. El apetito de esta demanda planetaria ha generado una dinámica asombrosa. Así, un salmon pescado en las costas de Nueva Inglaterra, puede ser transportado en avión hasta Tokio y cortado por expertos japoneses, para luego ser despachado de nuevo a la Argentina donde será devorado en algún delivery porteño.

Japón surge en el escenario económico global a finales del año 1970 como el destino de los negocios du jour, unado con el rechazo hacia los platos estadounidenses basados en carnes rojas, a favor de la comida saludable como el arroz, el pescado y los vegetales- y el atractivo de la estética de alto concepto del diseño japonés, reparando así al mundo para el furor del sushi.

De este modo, el sushi ha pasado de ser una exótica especialidad étnica, a una muestra de la más refinada cocina, para finalmente convertirse no sólo en un platillo fino, sino también popular.

Entre los ingredientes que utiliza Sakura Delivery, en sus platos, se emplean pescados frescos sin cocción como salmón rosado Premium del Sur de Chile; atún rojo fresco (según disponibilidad), pescados blancos como lenguado, besugo y chernia; mariscos como langostinos y pulpo; salmón ahumado, vegetales frescos, frutas exóticas, especias, condimentos y el corazón del sushi: arroz avinagrado (shari).